¿LA VERDADERA HISTORIA DE LA BELLA Y LA BESTIA?

Un tinerfeño con una enfermedad congénita pudo inspirar la famosa obra del siglo XVIII que años más tarde llevaría Disney a la gran pantalla, adaptando un relato de la escritora francesa Leprince de Beaumont.

Petrus Gonsalvus y su esposa Catalina

Petrus Gonsalvus y su esposa Catalina aparecen representados en una lámina del artista flamenco del siglo XVI Joris Hoefnagel. Con el cuerpo inusualmente cubierto de pelo, este tinerfeño fue acogido en la corte francesa, donde recibió la educación de un aristócrata y más tarde formó una familia. Algunos de sus hijos heredaron la semblanza de su progenitor.

Adoptado por el rey

Enrique II de Francia adoptó a Pedro González en su corte, educándolo en las artes liberales y otorgándole un puesto de trabajo. Tras la súbita muerte del monarca, su esposa, la reina regente Catalina de Médicis, le concertó matrimonio con una bella cortesana llamada también Catalina.

Su hija Madeleine

Algunos de los hijos de Petrus y Catalina heredaron de su padre el llamado síndrome del hombre lobo. En su periplo por diversas cortes europeas fueron inmortalizados como curiosas rarezas en retratos como los de Madeleine, en la imagen. 

Su hijo Henri

Henri, igual que su hermana, aparece aquí representado con porte aristocrático, pero en una cueva natural en alusión al origen canario de su progenitor.

Su hija Antonietta

Antonietta, que también tenía hipertricosis, posa con una carta en la que cuenta una breve biografía de su padre y a quién pertenece, como si fuera el contrato de una propiedad.

Un ciudadano distinguido

El caso de Pedro González (o Petrus Gonsalvus, tras ser rebautizado en latín por el soberano) es el primero de hipertricosis lanuginosa congénita del que hay constancia escrita. En este retrato aparece ataviado con gorguera, un distintivo de las clases superiores.

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